Hoy en día, quizás cueste entender las referencias de los jóvenes y las imágenes que recogen fragmentos de comedia en Internet, pero para adentrarse en este mundo, mucho antes de entender lo que el diccionario de Oxford denomina 'brainrot', un paso hacia el mundo de las comunidades que consiguen que las bromas internas se conviertan en virales es la película de 2007, "Bee Movie". (Película sobre abejas)
Dirigida por Barry B. Benson, es una recopilación sin sentido de tópicos del cine moderno que nacen de la voluntad de romper con las historias tradicionales y abrir la mente de los niños pequeños. El protagonista, una abeja de una sencilla colmena de Nueva York, quiere explorar el mundo, comenzando como un tópico de madurez, por lo que conoce y se enamora de un humano (amor prohibido) que le ayuda a demandar a la humanidad con el argumento de que la miel nunca se hizo para la especie humana, y la película se convierte en una historia sobre la subyugación de las abejas y la lucha de clases/abejas con una larga serie de escenas dramáticas en los tribunales. El resto de la trama a partir de ahí se alarga, tratando de hacer una declaración sobre el cambio climático y la importancia del trabajo en equipo y el equilibrio, pero la premisa en sí misma da la sensación de que las corporaciones deshumanizadas se están quedando sin princesas con las que alimentar las mentes de la infancia.
Sin embargo, Internet ha convertido esto en una broma recurrente. Cuando te encuentras por primera vez con esta horrible excusa de película, es fácil burlarse de la gente que bromea con ella, descartándolos como internautas sin cerebro con demasiado tiempo libre y una necesidad inmediata de aire fresco. Los críticos autoproclamados dicen que es una metáfora poderosa, pero al verla, no es difícil darse cuenta de que no lo es. Sin embargo, estas personas son tan perspicaces como cualquier otra persona de la calle, ya que a menudo Internet utiliza la ironía para comunicar el humor y la lleva hasta el punto del agotamiento de manera no irónica en los encuentros de la vida real.
Aún así, las personas que entienden esta película o cualquier otra obra mediática absurda como algo que en ningún caso está fuera de lugar no son arraigadas por el enorme equipo de Paramount Pictures. La única palabra para describir su mentalidad es adicción, un tipo de adicción a Internet que les ciega ante cualquier pensamiento crítico sobre lo que realmente están viendo. Sin embargo, no es el contenido lo que debemos criticar, sino el algoritmo en sí.
Sitios web como Four Chan no tienen un algoritmo, o lo que es lo mismo, un código que determine cómo se filtra, clasifica, selecciona y recomienda el contenido a los usuarios. Esto significa que, para que el usuario encuentre su comunidad, debe utilizar un lenguaje y una sintaxis específicos. Los grupos que organizan este humor y lenguaje dejan que se filtre a foros y aplicaciones más amplias como TikTok. Esto permite que Internet difunda la jerga, tal y como se ha difundido en cualquier momento de la historia.
El algoritmo es especialmente peligroso porque su único objetivo es engancharte a la aplicación y mantenerte consumiendo contenido que percibimos como no artístico, por mucho trabajo que lleve detrás. Este sin fin de contenido proporciona al usuario dopamina, algo que hoy en día se considera una «droga» debido a las adicciones a Internet. Esta hormona también se produce cuando el cerebro percibe algo nuevo y, a menudo, confuso, como los fragmentos de ideas mal ensamblados que conocemos como Bee Movie.



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